El Concejo Deliberante de Concepción volvió a sesionar hoy luego de permanecer inactivo durante dos semanas a raíz de un caso sospechoso de Covid-19.
La medida se adoptó cuando el edil Ramiro Beti, de Juntos por el Cambio, debió aislarse y someterse a un hisopado luego de que a dos parientes estrechos les diera positivo del virus. Finalmente el estudio realizado a este edil dio negativo. La reanudación de la sesión ordinaria se realizó con la ausencia de Beti (que continúa con un aislamiento preventivo), de los peronistas Adolfo Saracho, Federico Fúnez y del radical José Calcagni.
Las deliberaciones no estuvieron exentas de polémicas. Una de ellas la generó un proyecto de comunicación que lo presentaron los ediles Juan José Vargas y Gabriel Jiménez, del bloque Recuperemos Tucumán. La iniciativa promovía una solicitud al Departamento Ejecutivo a fin de que haga cumplir la ordenanza 25 que establece la obligación de las constructoras a exhibir en las obras en ejecución la cartelería con el nombre y apellido del proyectista o técnico y constructor. También exige mostrar números de matrículas, denominación de la empresa contratista y el número de expediente municipal por el cual se aprobó la documentación.
“Hay en el municipio numerosas obras en construcción que carecen de la cartelería obligatoria. Desconocemos la falta de voluntad de los funcionarios municipales en hacer cumplir esta reglamentación”, expuso Vargas. El proyecto fue rechazado con los votos de los seis oficialistas presentes. Los oficialistas negaron ese incumplimiento.